Roberto «Tato» Pozzo

Comencé a militar activamente en la Universidad, impulsado por mi formación cristiana y el sentido de “compromiso con el prójimo” que la misma, al menos en su versión más pura, tenía como ingrediente ideológico.

Así me sumé desde mis primeros años universitarios a una agrupación de origen cristiano confesional, Ateneo. De raigambre conservadora, antiperonista y anticomunista, patrocinada por el arzobispado Fasolino en sus orígenes, pero que fue virando aceleradamente. Cuando ingresé a comienzos de la década del 60, hacia posiciones cada vez más progresistas al impulso de los nuevos aires conciliares y la renovación ideológica de la iglesia, al menos aparente, bajo los papados de Juan XXII, impulsor del Concilio Vaticano II y de Pablo VI, quien fue su continuador.

Dicha evolución, derivó a fines de la misma década en una toma de posición ideológica-política simpatética con las propuestas cristianas más radicalizadas y revolucionarias que proliferaban en Latinoamérica.  Adquiriendo así, una identidad peronista que derivo en la conversión del Ateneo en la JUP (Juventud Universitaria Peronista) en los años `70.

Salí en libertad con la opción de irme del país a Minnesota (EEUU), estando a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.

Allí me relacioné y compartí actividades con organismos de DDHH (Amnistía Internacional), con exiliados y emigrados de países como Chile, Salvador, Colombia y Honduras entre otros.

Ingresé a la Universidad estatal y completé los estudios de Maestría y Doctorado en Ingeniería. Además, me ganaba el sustento de mi familia, que me acompañaron y se incrementaron en el exilio, mediante un trabajo en docencia e investigación en la misma Universidad.

Actualmente estoy jubilado como Investigador del CONICET, organismo al que ingresé en mi regreso al país como docente Universitario, luego de ser reintegrado al cargo del que había sido echado producto de mi detención.

Milito en organizaciones defensoras del ambiente, particularmente en aquellas que luchan por un cambio en el modelo extractivista vigente hegemónicamente en nuestro país y en muchos otros de Latinoamérica.

Estoy además involucrado en la difusión y esclarecimiento acerca de la necesidad de rechazar el pago de la ilegal, ilegitima y odiosa Deuda Externa. De llevar a cabo una exhaustiva investigación y auditoria con participación popular, para determinar QUÉ debemos realmente (si algo), y quienes son los responsables de esa monumental ESTAFA que carcome los esfuerzos diarios de nuestro pueblo, impidiendo que los mismos redunden en más y mejor educación, salud, vivienda, trabajo y bienestar.

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